El pasado 29 de Enero tuve la oportunidad de acceder por primera vez a
uno de los hides de Gallocanta. Tras las correspondientes gestiones a
traves de la empresa gestora, Sodemasa, y de quedar con uno los
vigilantes el dia de antes para recoger la llave y el saco de cebada (15
euros), pudimos llegar con el coche para cebar alrededor del pequeño
escondite. Tras una noche en el albergue de Gallocanta, la mañana se
presento en forma de nevada que nos acompaño hasta la entrada y
ubicacion de todos los trastos para pasar 12 horas en la compañia de mi
mujer Mari. Las grullas no empezaron a acercarse hasta pasadas las 10 de
la mañana, pudimos hacer bastantes fotos pero a una distancia media de
30-40 metros. Es una experiencia totalmente recomendable y que si puedo
repetire.
SONY A900,MINOLTA 600 F4,TRIPODE